viernes, 16 de diciembre de 2011

REal210. Mauro y sus Tapas de Degustación

Real-210 Gastro, o La Degustación de Tapas


Aun no llega al mes de su apertura y ya rueda como un engranaje bien engrasado.
Mauro Martínez Barreiro (Ex-Balea) ofrece en su nuevo local de Puerto Real (C/Real 210) una auténtica y original degustación gastronómica en formato de tapas, cuyo tamaño es superior a demasiados platos de restaurantes que se jactan de estrellas del gordito de los neumáticos, y otros que los pretenden, y si observamos los precios, simplemente "No hay color", o más actualizado: comparar un parchís con una X-Box.
Es la consecuencia de una excelente formación profesional y un acertado recorrido por establecimientos de probada creatividad.
En un sencillo entorno, cocinando a la vista de los clientes, con tapas que se elaboran casi al instante, con una incondicional base en la cocina tradicional, con productos de calidad elaborados con maestría y empeño, Mauro ofrece en Real-210, un recorrido entre tapas que no deja a nadie indiferente.


En esta primera visita degustamos siete (7) tapas y un postre que desmigaremos oportunamente, acompañadas de cerveza por ser comedido con el alcohol, la benemérita, mi propia integridad y la más relevante: la de los demás. Así que cerveza de baja graduación con dolor de mi corazón por que la carta de vinos es simplemente "Para bebérsela", con un montón de denominaciones de origen y unos precios agradablemente ajustados, como debería ser en todos los sitios donde el negocio de la botella es una tómbola de feria, en él que el cliente siempre pierde; vergonzoso. Además y afortunadamente, la cerveza no era la de la "gordita camuflada" de los cojones que me trae loco con su monopolio.
Comenzamos con un tarro de cristal (Canette) de Royale de Merluza y Pimientos asados (Hay quien le llama "paté", pero esto querido lector, es una Royale con todos sus avíos) de textura y sabor impecables, muy agradable y tan suave que se puede meter en el biberón de un crío garantizando una salud de HierroAstilleros (¡Que buen hierro salía de la avda. S.Severiano!) con sus tostitas correspondiente y cantidad más que suficiente según se puede apreciar.


Una Ensaladilla de tamaño natural, casi una ración, confeccionada según la hacía la abuela de Mauro, a la antigua, con patatitas cociditas, muy pequeñitas, su poquito de zanahoria, su atuncito güeno en aceite y su mayonesa; lo dicho, como la de toda la vida, e impecable.


Unas Vieiras asadas (3), al punto de textura y sabor, sobre una alboronía en la que se aprecia profesionalidad de ejecución y adornadas con unas virutas fritas de esas japonesas.


Un poco más de marisco con un Pincho de Gambón XL frito, servido en el interior de un tarrito con un fondo de marisco clásico, literalmente espectacular, por qué sacar provecho de un gambón ya es un merito, y si además obtenemos una crema de marisco de sus cabezas, la cosa ya apunta a cum lauden. Un pelotazo de tapa, original y sabrosa.


Un clásico: Huevo Frito en cáscara con setitas y unas lasquitas de jamón. Así escrito, no expresa gran cosa, pero si observamos que es  un huevo poche, envuelto en una tempura y luego frito, la cosa varía. El resultado es similar a un "coulant" de huevo, con la yema al punto, sutil e idónea para meterle un miajón de pan y dar buena cuenta de ella. La técnica es compleja y consiste en cocer un huevo con su cáscara en un baño de agua a 65° durante unos 35 minutos, consiguiendo que solo cuajen las proteínas; desprenderlo del cascarón, sumergirlo en tempura y llevarlo a la freidora, obteniendo esta maravilla, que por sí sola es suficiente para visitar Real210. Sencillamente, un pelotazo.


Un poco de pescado, y que mejor que un trozo de bacalao, Roca de Bacalao concretamente. Una original pavía de bacalao conseguida con una Orly de tinta de cefalópodo, que impide el acceso al aceite de la fritura y mantiene el pescado al punto de jugosidad. De nuevo la creatividad de Mauro sorprende en presentación y sabor. A la compaña, unas alcachofitas salteadas a guisa de "Alivio de Luto". Literalmente: de concurso.






Por último, de momento, un Pionono de cochinillo acompañado con una croquetita de papitas. Magnífica combinación de corteza crujiente e interior meloso y con un ligero bouquet de chorizo, lo suficiente para justificar su presencia y negar el protagonismo. Otra singularidad propia de este magnífico cocinero.


Un poco de dulce, para despedir, a cargo de una Tarta de chocolate blanco, bizcocho de pistachos y dulce de grosellas. Relativamente frío y precursor de un buen Cohiba que debí llevar y no lo hice; una pena porque habría supuesto el muñequito de la tarta.


Como dijo el Libi: Amenazo con volver...............mañana mismo.

Y ahora te metes en un o dos estrellas de neumáticos, comerás peor y mucho menos por supuesto y no pagarás los 25,40 euros que yo pagué sin incluir las cervezas ni el postre. Luego, te podrás vestir de negro, con medias y cintitas de colores, ponerte una guitarra a la espalda y permíteme, te podré llamar "tontuno" con todas las de la ley.


Aquí la prueba.

1 comentarios:

charo barrios dijo...

Perfecta crónica. Oye y las fotos están estupendas.
Queremos ir pronto por allí.
Está claro que el Chef sabe lo que hace.

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