jueves, 12 de enero de 2012

Montoro no es un pueblo de Córdoba

Nueva colaboración de José A. San Miguel, en la que se describe la empatía de nuestros votados, corroborando como la hemos cagado con las elecciones.
Apunta a un futuro, donde la de Ubrique, se va a quedar solita con la foto de nuestr@s hij@s, novi@s y el perrito.

¿Tenemos cara de gilipollas?

¡Qué sorpresa más grande se llevó Rajoy nada más entrar a la Moncloa! Resulta que fue sentarse en el sillón de presidente de gobierno y le cayeron encima 2 puntos más en el déficit previsto. Imagínate el susto. Ni él, ni nadie podía esperarlo, por mucho que llevara  meses vaticinándoselo al desastroso gobierno socialista. A lo mejor no lo creía y lo hacía sólo por joder, que todo podría ser.

Unos meses atrás….

……Y en estas que se convocan las elecciones y, mireusté (copyright Mr. Ansar), les pilla de sorpresa. ¡No nos lo esperábamos! Sinceramente, contábamos con agotar la legislatura. Tendremos que trabajar duro para ganar las elecciones, que la cosa está muy ajustada. No podemos dormirnos. El país nos necesita y le ofreceremos el programa que lo salvará.

El  programa económico se tejió sobre la base del déficit previsto por el gobierno. A fin de cuentas eran los únicos datos fiables de los que disponían. Partiendo de presupuestos ideológicos irrenunciables decidieron configurar unas propuestas en la que no se contemplaban incremento de impuestos. Y así se presentaron a las elecciones, prometiendo que, de ningún modo, habría subida de impuestos, que eso era contraproducente. Y nos lo creímos.

Repuesto del susto inicial, Mariano llama a sus asesores económicos. ¡Oídme!, que el déficit va a estar 2 puntos por encima de lo previsto, ¿qué hacemos?. Lo que vino después ya lo sabes: “nos hemos encontrado una situación excepcional que nos obliga a tomar medidas excepcionales y no previstas, pero de carácter temporal

Lo mires como lo mires no hay por donde cogerlo. Si la historia es parecida a lo que acabas de leer habría que colegir que el gabinete económico de Rajoy es, como poco, incompetente, y que Dios nos pille “confesaos”. En cambio, sí tuvieron en cuenta las previsiones más pesimistas, como las de los organismos internacionales o incluso las de ellos mismos cuando eran oposición, ya sabían cual era el panorama y la subida de impuestos  (a los de siempre, por supuesto) no habría sido improvisada sino ocultada, como Rubalcaba ya les había reprochado en campaña. Eso supondría que nos engañaron. Ineptos o embaucadores, ¿qué prefieres?. Y encima  tienen la osadía de prometernos sinceridad, de decir la verdad, de llamar al pan, pan y al vino, vino. Pues si dicen la verdad entonces se declaran ineptos, y nos habríamos equivocado al votarlos. En el otro caso se declaran......y también nos habríamos equivocado al votarlos. Vaya, no sé como nos las arreglamos, pero íbamos a errar en todo caso votándolos a ellos.

Cabría una última posibilidad, pero ésta ya sería de novela negra americana de los 50. Que hubiera una carta, remitida en su día por Trichet y Fernández Ordóñez a Zapatero revelando algo así como el tercer misterio de Fátima de la economía europea. Que habiéndola leído Rajoy, la verdad revelada le iluminó el camino. Pero tristemente para él, como antes para Zapatero, no podía hacernos partícipes de su contenido. Y esto no era posible única y exclusivamente por nuestro bien, que lo allí expuesto sobrepasaba en mucho nuestro entendimiento. Sí, amigo, a eso llaman la soledad del poder (Wayoming tribute). Han de tomarse medidas a sabiendas impopulares, y hasta contraria a tus principios, pero necesarias y encaminadas a asegurar un bienestar futuro.

Y llegados al poder y con la excusa del desfase del déficit, ¿por qué no aplicar otras reformas más concordantes con el ADN del PP?  Estoy pensando en el no disimulado intento de adelgazar lo máximo posible “lo público” para engordar “lo privado”. Todo sea en aras de recortar el déficit, que el despilfarro es inherente a lo público (según el PP, a mí no me mires).

Para culminar, el Sr. Montoro, como ministro de Hacienda, ha dejado grabado para la posteridad que al final de la legislatura el PP conseguirá que paguemos incluso menos impuestos que ahora. ¿Hacemos acto de fe otra vez? Yo es que no soy religioso.

Debe ser que tenemos cara de gilipollas, porque nos tratan como a tales.


Nota del autor, o sea, mía.

Aunque D. Mariano Rajoy mantuvo secreta hasta el último momento, como buen entrenador, la alineación titular de su equipo (de gobierno), he dado por hecho que tanto el Sr. de Guindos como el Sr. Montoro formaron parte importante del equipo que diseñó el programa electoral (el que nos dijeron y el que no nos dijeron). Pienso, además, que ellos sabían que “serían de la partida” (¡qué lenguaje más raro usan los cronistas deportivos!). El Sr. Montoro, que ya fue ministro con Aznar, debe de conocer muy bien los entresijos de las cuentas del estado. D. Cristóbal debió ser el artífice de no pocos presupuestos en su época de ministro, por lo que le supongo un cierto conocimiento en cuanto a predicciones económicas. El Sr. de Guindos procede de la prestigiosa firma Lehman Brothers, donde fue director para España y Portugal. En el desempeño de su trabajo en esta empresa tuvo la oportunidad de adquirir amplia experiencia y extenso conocimiento sobre el funcionamiento de la economía mundial. Los pequeños traspiés sufridos en los últimos años por su antigua compañía fueron fruto de coyunturas puntuales que para nada menoscaban una trayectoria llena de éxitos financieros, y que redundaron en magníficos beneficios durante años para clientes y asociados y que, desgraciadamente, algunos de ellos no supieron valorar tras el batacazo que dio inició oficial a la crisis que vivimos.
He dicho.








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